Rock Corporativo

Conocido también como rock comercial, este término es muy utilizado entre los amantes de la música, pero en realidad existe poco o nula información concreta que defina el concepto de qué es la música corporativa o comercial.

Cuando escuchamos a alguien decir que tal artista es comercial, generalmente el contexto de la plática está enfocado al sonido de ese artista o banda, pero el término es más amplio, su significado involucra no solo al sonido que tiene ni a la cantidad de personas que lo siguen por moda o por gusto, también se refiere a la cantidad de material que vende, lo que nos lleva a la mercadotecnia que existe detrás del artista o banda, lo que finalmente nos lleva al centro de todo: la industria musical.

El rock corporativo es precisamente, como su nombre lo indica, lo que una empresa, en este caso de la industria musical, quiere vender. Generalmente los grandes sellos disqueros obtienen un beneficio mayor cuando utilizan, y abusan, de cierta moda o tendencia musical; es común que una disquera decida y se encargue de administrar su producto, en este caso una banda y con ella su música, por lo que hace todo lo que está en sus manos para que el resultado final que llega la consumidor lo haga comprar todo lo relacionado con su producto. Esto sucede sobre todo con los contratos de 360 grados.



Por una parte encontramos al artista que desea compartir su música y por el otro lado tenemos a la industria que busca lo mejor para su bolsillo y para el artista que a final de cuentas ayuda a su bolsillo.

Al hablar de rock corporativo hablamos de moda, de que es lo que la gente quiere y que es lo que se está vendiendo; encontramos la imagen y el sonido que la gente quiere. La venta de la imagen de una banda involucra un fondo comercial increíble, desde los anuncios publicitarios en todos los medios de comunicación masiva que sean posibles hasta la venta creada, esto es hacer que la gente desee más del artista mediante la falsa necesidad de adquisición.

Este tipo de música es en esencia aquella que suena en el radio o en la televisión, aquella que tiene más espacio que por supuesto ha sido pagado para permitir mayor difusión.

En la historia musical encontramos sonidos comerciales o modas como fue en su tiempo el Glam o el Hair Rock, que no por ser comercial es malo, es importante destacar esto último ya que mucha gente cree que comercial es igual a malo, solamente se le da mayor difusión por lo que es más común y más conocido.

En algunos casos un artista comercial se convierte en un artista de un solo éxito ya que a veces se enfoca de mala manera la forma de comercializar el material por lo que surgen muchos artistas nuevos y muchos desaparecen, siempre de acuerdo a la conveniencia de la industria.

Los beneficios y las utilidades que producen estos artistas son tales que después de un tiempo y si el público pierde interés en ellos no es difícil para la disquera desecharlos.

Cuando hablamos de un sonido comercial se entiende que una banda ha cambiado su sonido original y sus influencias para satisfacer el gusto de el nuevo público masivo que lo ha descubierto, por lo que su música se convierte en música comercial, lo que es lo mismo que música para radio o música para vender discos y obtener muchas ganancias.

En conclusión, el rock corporativo no es sino la creación de la industria musical y las disqueras, no importa el sonido ni el mensaje en la música, solo interesa vender y obtener ganancias de algo hasta que se agote o pase de moda, lo que convierte al artista en una moda pasajera.